1997 Fashion Big Bang, un año que marcó la moda europea ¿y del mundo?
O de los sentimientos encontrados que me dejó esta exposición
Entre el 7 de marzo y el 16 de de julio de este año (2023), se presentó la exposición titulada “1997 Fashion Big Bang”, en el Palais Galliera de París (el museo de la moda de la ciudad de París).
El título ya lo dice todo. Para el mundo de la moda del norte global, 1997 marcó una revolución en el mundo de la moda (fue Vogue quien acuñó el término Big Bang para referirse a las colecciones presentadas ese año).
Es un año en el que muchos de los diseñadores europeos que conocemos hoy, se consagraron como los mejores de su generación. Cada uno con un estilo muy reconocible, crearon piezas que marcaron el fin de una época y el comienzo de otra.
Tom Ford, Martin Margiela, Rei Kawakubo, Ann Demeulemeester, Yohji Yamamoto, Marc Jacobs, Alexander McQueen, Jean-Paul Gaultier, John Galliano, Thierry Mugler, Alber Elbaz, Stella McCartney, Hussein Chalayan, Hedi Slimane, entre otros diseñadores, representan a una generación en las que el exceso y la pureza de las líneas coexistieron. Ya no se podía hablar de UNA moda, sino de VARIAS modas y estilos.
Pero 1997 marca otros hitos, que si bien están vinculados con la cultura popular, también lo están con la moda. Es el año en el que Fendi creó el famoso bolso “Baguette”, Mac lanzó el iMAC Color que yo tanto deseaba tener, en París abrió la famosa tienda Colette, Gianni Versace fue asesinado y Diana de Gales murió en un accidente de auto.
De acuerdo a lo expresado por Colleen Hill, Conservadora del vestuario y accesorios del museo del Fashion Institute of Technology, en el catálogo de la exposición: “Si el año 1997 marca un punto de inflexión, es porque marca los inicios de un interés creciente por la moda, vista como una forma de cultura popular tal como la consideramos hoy en día”, mirada con la cual concuerdo.
Los estilos de estos diseñadores era tan variados, que no competían entre sí, sino que se complementaban.
La exposición inició con el G-string de Tom Ford para Gucci , poniendo énfasis en la nueva sexualización sin complejos de la moda. Esta prenda y visión de la moda y de los cuerpos sexualizados, contrastó con aquella presentada por Rei Kawakubo en su colección “Body Meets Dress, Dress Meets Body” en la que las formas abultadas buscaban combatir los cánones de belleza impuestos a las mujeres desde la Antigüedad.


Le siguen una pieza de la colección “Stockman” de Martin Margiela, otra de Yohji Yamamoto de su colección “Hommages”, que a su vez contrastan con las líneas simples de Ann Demeulemeester.



El recorrido continúa con algunas piezas de Alexander McQueen para Givenchy y de John Galliano para Dior. Más que piezas de moda, son verdaderas piezas de arte, tal como las que muestran el trabajo de Christian Lacroix y de Thierry Mugler.



Debo reconocer que algunas de las prendas que más me emocionó ver fueron tres piezas del vestuario que Jean-Paul Gaultier diseñó para la película “El quinto elemento” y el kimono confeccionado por McQueen para Björk, con el que la cantante islandesa aparece en la carátula de su disco “Homogenic”. Como dato rosa, como decimos en Chile, esta última prenda pertenece al Museo de la Moda de Chile y fue prestado especialmente para esta muestra.


Una de las cosas que llamó mi atención de la exposición, fue el útlimo párrafo del panel de presentación de la muestra, que decía lo siguiente: “…Hoy en día, cuando este sistema [moda] está en pleno cambio (cuestionado por el feminismo, la inclusión, la ecología, la apropriación cultural y los límites de la globalización, exacerbada por la pandemia y por las redes sociales), la exposición “1997 Fashion Big Bang” invita a descubrir, o a rememorar, la impresionante simultaneidad de estos eventos clave, con el deseo de restituir la energía creativa de una época”.
Al principio, esta declaración no me hizo mucho sentido, pero a medida que avanzaba en la exposición, comprendí a qué se estaba refiriendo. Los años finales de la década de los 90, fueron los años en los que me alejé de la moda y rápidamente recordé el porqué.
Claramente, la inclusión y la diversidad de cuerpos, no era una palabra que existiera en la moda de aquellos años. Es más, una de las cosas que llamó mi atención fue el tamaño de la cintura de los vestidos. Por un momento pensé que los maniquíes eran pequeños, pero al ver los videos que acompañaban las prendas, pude comprobar que no era así. No por nada Thierry Mugler podía hacer sus creaciones de cintura de avispa.



Tampoco lo era la apropiación cultural. Recuerdo que los programas de moda que podía ver gracias al cable, como Fashion Files, mostraban magníficos diseños de alta costura inspirados en culturas muy alejadas del continente europeo. Varias eran verdaderos copy/paste de expresiones culturales de países africanos y asiáticos, a los que nadie preguntó si estaban de acuerdo con su uso.
Ni hablar de la ecología. Las revistas de moda podían permitirse gastar un dineral con el fin de obtener las mejores locaciones para sus editoriales de moda. Moschino había comenzado a interesarse por el tema de la sostenibilidad en la moda, Martin Margiela hizo lo suyo con el upcycling, pero fue criticado en su época.
En lo personal, fueron años en los que lo único que veía en la moda europea eran cuerpos muy delgados, con supermodelos que ocupaban las pasarelas y las portadas de revistas, y lo que llegaba a Chile, era la copia de la copia de la copia de algún diseñador famoso. Aún así, me gustaba mucho el trabajo de Tom Ford en Gucci, y por supuesto, era un ideal de estilo al que aspiraba pero que nunca pude portar. Fue una época en la que miraba la moda de lejos.
Siento que la exposición me dejó con gusto a poco. Esperaba ver más piezas y no una o dos por cada diseñador. Lo más probable es que los visitantes que vivieron aquellos años se vieron reflejados en ella. Sin embargo, en mi caso se me hizo una moda muy alejada de lo que yo pude ver en mi país en esa época.
Esta muestra me dejó un montón de preguntas que todavía estoy intentando resolver, como por ejemplo: ¿qué tan inclusiva es la moda hoy en comparación a los años 90? Con la gran cantidad de diseñadores y de marcas que hay hoy en día ¿existe alguna propuesta nueva o con el discurso de lo “clasico” estamos frente a una especie de loop de la creación? ¿los diseñadores latinoamericanos serán capaces de traspasar sus fronteras e influenciar con sus propuestas a los consumidores de nuestro continente?
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Me gustó mucho el artículo. Yo desconocía por completo que 1997, se consideraba «el big bang de la moda» aunque claro, coincido también con la reflexión final que se menciona sobre ¿qué expresaba la moda de los 90? más allá de la ropa, podría verse como un reflejo de lo que sucedía en el contexto global. ¡Muy interesante!
De acuerdo contigo, Carolina. Como te comenté el día que nos vimos, no sé por qué esperaba más porque, finalmente, no puedes pedir que vean más allá de lo que quieren ver. Y como también conversé con Luz y Bruna, las chicas de Fashion for Future, no era una expo para el público general, tenía mensajes muy "ocultos" que, si bien no creo que los trabajaron de la mejor forma, se necesita un ojo un poco más ligado a esta industria para entenderlos. Sino, lo que es es una expo bonita para ir a mirar ropa de diseñador, como muchas otras.